Referentes y sus Obras
Medardo Ángel Silva (1898-1919)
ecuatoriano-Tungurahua
El Alma en los Labios
A mi amada Cuando de nuestro amor la llama apasionada
dentro tu pecho amante contemple ya extinguida,
ya que solo por ti la vida me es amada,
el día en que me faltes, me arrancaré la vida.
Porque mi pensamiento, lleno de este cariño,
que en una hora feliz me hiciera esclavo tuyo.
Lejos de tus pupilas es triste como un niño
que se duerme, soñando en tu acento de arrullo.
Para envolverte en besos quisiera ser el viento
y quisiera ser todo lo que tu mano toca;
ser tu sonrisa, ser hasta tu mismo aliento
para poder estar más cerca de tu boca.
Vivo de tu palabra y eternamente espero
llamarte mía como quien espera un tesoro.
lejos de ti comprendo lo mucho que te quiero
y, besando tus cartas, ingenuamente lloro.
Perdona que no tenga palabras con que pueda
decirte la inefable pasión que me devora;
para expresar mi amor solamente me queda
rasgarme el pecho, Amada, y en tus manos de seda
¡dejar mi palpitante corazón que te adora!
Arturo Borja (1892-1912)
ecuatoriano-Pichincha
Vas Lacrimae
La pena… La melancolía…
La tarde siniestra y sombría…
La lluvia implacable y sin fin…
La pena… La melancolía…
La vida tan gris y tan ruin.
¡La vida, la vida, la vida!
La negra miseria escondida
royéndonos sin compasión
y la pobre juventud perdida
que ha perdido hasta su corazón.
¿Por qué tengo, Señor, esta pena
siendo tan joven como soy?
Ya cumplí lo que tu ley ordena:
hasta lo que no tengo, lo doy…
Ernesto Noboa y Caamaño (1891-1927)
ecuatoriano-Guayas
De Aquel Amor Lejano
Ibas sobre la nave como una
sentimental princesa desterrada
que lamentase, triste y olvidada,
la volubilidad de la fortuna.
Con nostalgia de amor en la mirada
y palores cromáticos de luna,
pasabas largas horas en alguna
divagación romántica y alada.
Y a la luz del crepúsculo en derrota,
evocabas quizá la primavera
de nuestro amor ¡tan dulce y tan remota!
Y tu recuerdo ¡oh pálida viajera!
Se perdió, con la última gaviota
que llegó sollozando a mi ribera...
Humberto Fierro (1890-1929)
ecuatoriano-Pichincha
Retorno
Llegó de lejano país
El compañero,
Que vimos partir del país
Un mes de Enero.
Conversa afectuoso y está
Encanecido,
Al lado del piano, que está
Dado al olvido.
¿Por qué su sonrisa infeliz
Al sol que muere?
Nos calla que ha sido infeliz,
¿Ya no nos quiere...?
El viento deshoja el jardín
Hoy mustio y viejo,
Y él ve amarillear el jardín
En el espejo.